Vuelvo por estos lados. Lo prometido es deuda, o así me enseñaron cuando era chico.
Vengo por la segunda parte sobre el Burnout, pero hubo un hecho que hizo que me animara a publicar este escrito, ya que me atacó el Síndrome del Impostor y casi no lo publico. Ese hecho fue una publicación de Forbes compartida por el CEO de la empresa en la que trabajo, que destacaba el aumento de este síndrome principalmente en Argentina. Este artículo está basado en un estudio que realiza anualmente el portal Bumeran, el cual también fue republicado en varios de los principales portales de noticias (Infobae, Ambito Financiero, entre otros), y en el que se menciona que el 94% de los argentinos se sienten “quemados” durante lo que llevamos del 2023.
Así que hablemos un poco de qué es esta problemática que nos está afectando más de lo que pensamos.
¿Qué es el Burnout?
El Burnout o Síndrome del Quemado, es en sí, cuando se ha hecho crónico el estrés laboral. Es decir que por un período prolongado de tiempo manifestamos un agotamiento físico y mental que llega a alterarnos la personalidad y el autoestima. El proceso lleva a que progresivamente suframos de pérdida de interés por las tareas a realizar y desarrolla en nosotros una reacción psicológica negativa hacia nuestra ocupación laboral.
¿Cuáles son los principales síntomas?
- Agotamiento físico y mental prolongado en el tiempo, algunas señales que debemos tener en cuenta son: fatiga crónica, aumento de peso o pérdida de apetito, también puede generarse la aparición de alteraciones psicosomáticas como dolores musculares, migrañas, problemas gastrointestinales, y, en el caso de las mujeres, desregulación del ciclo menstrual.
- Alteraciones en la personalidad y en el autoestima, el trabajador sufre un cambio en el comportamiento, adoptando una actitud de indiferencia y desapego, reduciendo el compromiso con el trabajo. También aparecen la irritabilidad y el cinismo, que se vuelven en conductas habituales, y todo su entorno lo percibe (compañeros, usuario, clientes, familia, etc.)
- Experimentar desinterés en las tareas laborales, como resultado de los dos puntos anteriores se genera una baja en la productividad y aumento de desmotivación, esto lleva a frustración, falta de atención hacia las tareas, olvidos frecuentes. Todo eso termina generando un círculo vicioso, ya que no conseguimos ser el trabajador que éramos antes de quemarnos, nos impide cumplir con nuestras tareas y avanzar ante la cada vez más grande acumulación de tareas.
¿Cuáles son las posibles causas?
- Baja tolerancia a la frustración
- Falta de control
- Expectativas laborales poco claras
- Dinámica disfuncional en el lugar de trabajo
- Extremos de actividad
- Falta de apoyo social
- Desequilibrio entre el trabajo y la vida privada
¿Qué consecuencias nos puede acarrear?
- Estrés excesivo
- Fatiga
- Insomnio
- Tristeza, enojo o irritabilidad
- Consumo inadecuado de alcohol y de sustancias
- Enfermedad cardíaca
- Presión arterial alta
- Diabetes tipo 2
- Vulnerabilidad a las enfermedades
Posibles acciones a realizar desde la empresa
- Identificar y modificar las condiciones de trabajo
- Si es necesario, reubicar al empleado
- Brindar asesoramiento psicológico
- Brindar acompañamiento en el puesto para el colaborador
¿Qué hacer desde nuestro lado?
- Tomar pausas
- Evaluar las opciones
- Buscar apoyo
- Hacer una actividad relajante y que te saque del foco del trabajo (música, dibujo, pintura, etc.)
- Hacer ejercicio físico
- Dormir
- Atención plena
Aunque sigo tratando de corregir muchas conductas para evitar el burnout, hasta el punto que el mismo CEO me pidió que me tome las vacaciones, jajaja; quiero cerrar con una reflexión que me viene haciendo bien:
“Cada gota de esfuerzo que aportas tiene un valor incalculable, sin embargo, nunca olvides que tu propio bienestar debe estar en el centro. Abraza tu labor con pasión, mientras nutres tu esencia, tus aspiraciones y objetivos. No descuides tu bienestar, tu salud tanto física como mental, son importantes.
Las oportunidades son infinitas y tu bienestar es el cimiento de tus logros.
¡Sigue adelante con confianza y determinación!”
Espero les sirva, si bien no soy psicólogo ni psiquiatra, me gusta investigar sobre humanizar el rubro tecnológico y no nos olvidemos que somos personas y trabajamos con personas.
Aclaro que me voy a tomar las vacaciones, jajaja.
Hasta un próximo artículo
Los saluda el Metalero del código